sábado, 25 de mayo de 2013

Rol de CEPLAN en la coordinación y articulación para la implementación del plan de modernización de la gestión pública

Un Estado unitario y descentralizado requiere articular y alinear la acción de sus niveles de gobierno, a manera de asegurar el logro de objetivos y metas de conjunto que contribuyan a equiparar las oportunidades de desarrollo a las que pueden acceder sus ciudadanos en cualquier lugar del país.

La descentralización involucra la idea de que los gobiernos locales, por su cercanía con los usuarios de la administración pública y el contacto directo con los problemas, proponen soluciones más eficaces, y también ha respondido a la necesidad de una gobernanza democrática más participativa: un gobierno de proximidad que interactúe cotidianamente incorporando prácticas de democracia directa. En este contexto descentralizador, las acciones de gobierno que suponen relaciones en sentido vertical (entre diferentes niveles de gobierno) y horizontal (entre unidades administrativas, programas y proyectos de un mismo nivel de gobierno) se multiplican y superponen en lógicas diferenciadas, en objetivos encontrados y/o interpretados de distintas maneras que se intentan alcanzar con herramientas que, muchas veces, son diferentes.[1]

Si bien el proceso de descentralización ha estado básicamente impulsado por la voluntad política de dirigentes y funcionarios; sin embargo, su implementación requiere aún de orientaciones, instrumentos técnicos adecuados, pues surgen una serie de problemas vinculados a la escasa articulación de las políticas públicas, a la dispersión en la rendición de cuentas y a la pérdida de coherencia ante la baja capacidad de cooperación entre actores y niveles de gobierno.

Constituye un reto pues, la coordinación que involucran a diferentes niveles de gobierno para garantizar una provisión de bienes y servicios que generen valor para los ciudadanos, por lo que se resalta la importancia de los procesos de coordinación al crear las condiciones para la cooperación y colaboración entre actores involucrados y niveles de gobierno.

La coordinación[2], puede definirse como el proceso de creación o utilización de reglas de decisión por el que dos o más actores se ocupan colectivamente de un entorno de trabajo compartido. La necesidad de coordinación surge de la interdependencia, del hecho que dos unidades de las mismas o diferentes organizaciones compartan un entorno de trabajo.

Para una eficaz coordinación, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico - CEPLAN deberá tener en cuenta que es necesario partir de aspectos básicos o criterios[3] como la definición de objetivos estratégicos, sistemas de información, comunicación, monitoreo y evaluación, participación de los actores claves así como espacios de diálogo y deliberación para lograr consensos. Para que las políticas públicas se mantengan coordinadas hasta llegar a los ciudadanos, se requiere poner en juego mecanismos efectivos de coordinación y cooperación con estas características y criterios, entre los niveles de gobierno y los ciudadanos de su jurisdicción.

Cabe señalar, que una coordinación debe entenderse también como un proceso social, político y técnico a la vez, por lo que se deben tomar en cuenta las consideraciones del contexto, interculturalidad, influencias político-partidarias entre otras, ya que, sea por coincidencia o no, muchas veces contribuye a comprender mejor el funcionamiento de las relaciones intergubernamentales, como procesos paralelos informales. La dimensión técnica tiene especial importancia en la metodología para la definición de objetivos, indicadores, metas, que involucrarán su financiamiento-presupuesto debidamente sustentado.

El funcionamiento eficaz de mecanismos institucionalizados o no, de encuentro, diálogo y coordinación entre gobiernos y administraciones de uno o más niveles de gobierno y demás actores, deberá posibilitar una articulación intersectorial efectiva a nivel del gobierno nacional que deberá correlacionarse con una articulación territorial también efectiva entre las entidades de distintos niveles de gobierno que convergen en la implementación de políticas, programas o proyectos en cada ámbito territorial.

La coordinación intersectorial impulsa la integración de diversos sectores, sobre la base de la planificación que incluye una dirección macro política. Pensar intersectorialmente no sólo es un desafío técnico sino también cultural, en tanto requiere de un aprendizaje y supone instaurar nuevos valores,[4] con particularidades relativas a actores de sectores de diversas políticas públicas; involucra tanto prácticas horizontales como verticales; una dimensión política, que está dada por el apoyo y el compromiso de las autoridades; una dimensión técnica dada por lineamientos de política, orientaciones, instrumentos, enfoques metodológicos y por supuesto una planificación participativa, con definición de metas comunes a alcanzar y el establecimiento de indicadores compartidos respecto de su logro con el debido financiamiento-presupuesto.

La coordinación pues, como proceso, apunta a vincular entre sí a diversas entidades y agentes públicos con el fin de complementar sus recursos y capacidades y articular objetivos y acciones en espacios intersectoriales e intergubernamentales. Esta es una necesidad inevitable en el contexto del proceso de descentralización en curso, en el que tres niveles de gobierno deben coordinar y complementarse a través de múltiples materias de competencia compartida.

Con esta perspectiva, en el marco de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública, CEPLAN deberá impulsar, apoyar y constituir espacios y mecanismos de coordinación intergubernamental, interinstitucional e intersectorial en los tres niveles de gobierno, así como diversas iniciativas y formas posibles de cooperación interinstitucional que contribuyan a recoger las demandas de los ciudadanos y sus perspectivas de desarrollo a través de consensos.

Ello, permitirá que el Estado peruano transite progresivamente hacia un modelo de gobierno multinivel, en el que los tres niveles de gobierno se reconocen unos a otros, en su respectivo rol y como conformantes de un mismo Estado; y, producto de ello desarrollen relaciones de coordinación y complementación en un esquema flexible de interrelación y colaboración en distintas formas y sentidos, que en la práctica admite múltiples traslapes de competencias tanto horizontales como verticales.

Específicamente, es necesario ajustar y subrayar las acciones relativas a CEPLAN en el último Plan de Implementación aprobado con RM 125-2013-PCM, es decir, liderar no solo los Objetivos Específicos 1 y 2 sino también el 6 y el 8 relativos al Monitoreo y Evaluación y la implementación de su Sistema con ONGEI. Del mismo modo, en los lineamientos, como Sistema Funcional, liderar los objetivos específicos 10, 11 y 12 relativos a la coordinación y articulación de los objetivos de política nacional.
La tarea y reto de CEPLAN, es brindar a todos los niveles de gobierno, las políticas priorizadas del Gobierno y los lineamientos requeridos para la articulación de las políticas públicas, el planeamiento estratégico y el planeamiento operativo tanto a nivel sectorial como territorial, para lo cual deberán ser fortalecidas sus capacidades y recursos como rector del sistema de planeamiento estratégico en el Estado[5], tal como se señala en el diagnóstico/justificación del problema de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública.


[1] Fortalecimiento de la gestión: Coordinación e Interesectorialidad en la gestión de las políticas públicas. INDES BID. 2012
[2] Peters. “La coordinación como concepto se refiere a “la necesidad de asegurar que las distintas organizaciones, públicas y privadas, responsables de la formación de las políticas públicas, trabajen juntas para no producir redundancia ni brechas en la entrega de los servicios” 1998.
[3] Licha Isabel, Molina Carlos y Repetto Fabián. INDES BID 2007
[4]  Cunill Grau. 2005
[5] Decreto Supremo 004-2013-PCM Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario